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Google vs Apple. ¿Cuál mentalidad gana y cuándo?
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Google vs Apple. ¿Cuál mentalidad gana y cuándo?

Para los nuevos aquí, me presento: ¡Hola! Soy MrGheller, y este es el Boletín MrGheller. Aquí estudio y analizo temas de negocios y marketing y te los traduzco, aclaro, y simplifico. Si quieres aprender conmigo y ahorrar tiempo y esfuerzo, suscríbete colocando tu email:


Lo que leo, veo, y analizo esta semana. En esta edición:

Me encontré casualmente con unos tweets interesantes esta semana. Primero vi el de Rand Fishkin, su retweet me llevó al de Ken Kocienda, y el retweet de Ken me llevó al de Austen Allred quien inició la cadena. Yo sigo en Twitter a Rand y a Austen desde hace mucho tiempo. No seguía ni sigo a Ken hoy en día. Todo comenzó cuando Austen colocó en un tweet un extracto de lo que dijo recientemente Ken sobre la diferencia entre la manera de trabajar o la mentalidad de Google vs la de Apple. Abajo te coloco captura de pantalla de dichos tweets y comparto mi correspondiente serie de comentarios y análisis adicional desde la perspectiva de la estrategia de marca y marketing.


Nota: Cuando menciono en mis comunicaciones videos, artículos, u otras piezas de contenido que no son de mi autoría, proveo links, capturas de pantalla, o lo que esté disponible para hacer la referencia a dichas piezas. En esos casos, usualmente proveo una breve síntesis de las mismas que incluye mi análisis y mi opinión. Cuando las piezas están en inglés, la traducción completa al español no está incluida. Debes ver y leer por tu cuenta cada uno de los links, y referencias a contenido externo, si deseas aprender más. Si deseas expresar tu opinión o si estás interesado(a) en que se profundice en algún tema, baja hasta el final y me lo dejas saber en la sección de comentarios.

Disclaimer (descargo de responsabilidad): Esto no es asesoría financiera. No soy asesor financiero. Nada de lo comunicado por mí es asesoría o recomendación financiera. Deberías hacer tus diligencias e investigaciones por tu cuenta ya que tú eres completamente responsable de las decisiones que tomes con tu dinero o el dinero de otros.


Austen Allred en su tweet:

“Google no se podía decidir entre dos azules así que están experimentando o probando con 41 variaciones distintas entre cada azul para ver cuál se desempeña mejor.

En Apple jamás se nos ocurriría hacer eso, y nunca realizamos pruebas A/B para ninguna parte del software del iPhone.” — Ken Kocienda

Ken Kocienda en su tweet:

“¿Por qué funciona un producto de la manera como funciona?”

En Apple nuestra respuesta era esta: “Así es como pensamos que funciona mejor. Nos gusta de esta manera”. Nosotros desarrollamos un punto de vista y estábamos dispuestos a enviar o entregar o despachar nuestras opiniones.

Rand Fishkin en su tweet:

“Yo estaba de alguna manera convencido durante mis primeros 15 años en startups de tecnología que la manera Google era la manera absolutamente correcta y nada más funcionaba. Ahora estoy 100% del otro lado de esto. Diseño curado y punto de vista es más importante que experimientación y pruebas implacables.


Comentarios:

  • Si quieres saber quiénes son esos 3 personajes, me imagino que tienes curiosidad, aquí te pongo unos links que debes revisar:

    https://www.linkedin.com/in/austenallred/

    https://g.co/kgs/DZyKTh

    https://g.co/kgs/V28dHi

  • Ok, voy directo al grano: Lo que sucede aquí es que queda en evidencia, una vez más, cuál es la mentalidad que tiene cada empresa. Google es una empresa dirigida o guiada por la data y la ciencia. Las cabezas de esa empresa siempre han sido “computer scientists” o científicos de la computación, “data scientists” o científicos de la data, ingenieros de sistemas y otras ingenierias. Ese no es el caso de Apple. Ojo, no es que Apple no tenga ingenieros de sistemas y computación de altísimo calibre, es que Apple está dirigida y guiada por identidad. Claro, su identidad. Y es que este es el caso clásico, ejemplo de librito, de empresa guiada por su estrategia de marca.

  • ¿Cuál mentalidad gana? Ninguna, y las dos. Depende. Así como suena. Y como esa pregunta es incompleta debemos saber preguntar: “¿En qué condiciones, en qué entorno, en qué circunstancias conviene más la mentalidad Google y en cuáles la mentalidad Apple?”

  • ¿Por qué crees que le costó tanto a la aplicación nativa de mapas de Apple agarrar vuelo? ¿Por qué Google Maps reinó tan rápidamente y nada se le puede parar al lado? Lo mismo nos podemos preguntar con Google Translate, Google Assistant (el asistente inteligente de Google) y muchas otras aplicaciones más. No quiero pasar por cada una de las aplicaciones para que este boletín no se haga tan largo y poder llegar al análisis del caso iPhone y teléfonos Google. Pero créanme cuando les digo que son muchas aplicaciones y servicios donde se ve esta diferencia, no solamente tres.

  • Un servicio de mapas de navegación en tiempo real es tan útil como precisión tenga. Tú quieres saber lo más exactamente posible cuál o cuáles son las mejores vías para llegar a donde vas, qué tan lejos queda, cuánto tiempo te vas a tardar, y cualquier otra información relevante durante el camino que afecte positiva o negativamente el viaje. Para poder proveer esa experiencia con ese nivel de precisión que exige el usuario se necesita data. Muchísima data. Para obtener esas cantidades de data necesitas tener acceso a mucha información de cada usuario, saber cómo recoger toda esa data, cómo almacenarla, ordenarla, limpiarla, procesarla y devolver información útil al dispositivo móvil lo más rápido posible. Mientras Apple, en sus primeras iteraciones de la aplicación de mapas, estaba pensando en experiencia de usuario, visualizaciones bellas de edificios en 3D, y en privacidad de la información, Google ya estaba levantando la data de millones de vehículos que van de un lado a otro y en distintos días, horas y condiciones. Aunque los 3 personajes de los tweets aplauden o apoyan la manera Apple, es la manera Google, en este caso y en este tipo de servicios, la que permite hoy en día que lleguemos rápidamente a lugares que nunca habíamos ido o nos salvemos de un estancamiento en un tráfico infernal en la vía de costumbre a casa. Por cierto, hasta el sol de hoy sigo pensando que Google Maps es uno de esos servicios y aplicaciones que valen todo el oro del mundo y pertenecen a la categoría de octava maravilla. Si eres de mi tribu de curiosos, te invito a que googlees “cómo funciona Google Maps” o “cómo se calcula el tiempo estimado de llegada”. Me refiero a esa variable que va subiendo cuando vas lento y estás en tráfico pero que empieza a bajar cuando el tráfico se mueve, y de alguna manera “mágica”, siempre “la pega” y llegas al lugar a la hora exacta que decía el app cuando parecía imposible que Google supiera qué tanto tráfico ibas a encontrar y cuánto iba a tardar cada pedazo variable del trayecto. No sé si hay una buena explicación en español, pero si la encuentras avísame ya que las que yo he leído están en inglés. Después de que leas cómo funciona esta octava maravilla del mundo y te seques la baba, pasa al siguiente punto.

  • Un cuento muy parecido con Google Translate. Sólo para que te hagas una idea de lo complejo que pudiera ser el reto de las traducciones, piensa en cuántas palabras hay en un idioma cualquiera. Hay miles de palabras, decenas de miles. Y ahora imagina cuántas permutaciones se pueden hacer con decenas de miles de palabras en cada idioma para formar frases, ideas, oraciones, y párrafos. Estamos hablando de cuatrillones, quintillones, números que nos cuesta imaginar. Ahora piensa en que las traducciones no son ni únicas ni eventos independientes. Es decir, una palabra o hasta una frase completa en inglés puede significar varias cosas distintas en español dependiendo del contexto, y luego piensa que entre otras combinaciones de idiomas ese mismo grupo de palabras posee otras reglas u otra dinámica para que la traducción sea efectiva. Ya te debes ir dando cuenta que lo menos importante de Google Translate es esa interfaz gráfica de usuario de dos tones azules y rectángulos medio aburridos con “poco diseño”. El reto es otro, es uno de data, estadísticas, y cálculos complejos nuevamente. Google ha resuelto el reto de las traducciones de distintas maneras a lo largo del tiempo, y entre las soluciones iniciales estuvo escaneando por años de años miles de documentos y libros, que ya habían sido creados por los humanos, y todo esto con el objetivo de encontrar patrones para las traducciones. Y no se quedan ahí, desde hace casi 10 años hasta el sol de hoy a mí me llegan emails y distintas notificaciones donde Google me pide que participe en la comunidad abierta de Google Translate para que de mi voto a favor o en contra a grupos de traducciones, y así me convierta en un colaborador más que mejora la precisión de las traducciones. Recién ahora en el 2020 es que Apple anunció que le van a meter el pecho a su aplicación nativa de traducciones. Espero que quede claro qué mentalidad fue necesaria aquí para lograr el objetivo y seguirá siendo la necesaria para proveer valor.

  • Pero la mentalidad de Google también puede ser su propia destrucción. Esto se ve claramente en el caso de su línea de teléfonos Pixel. Los Pixel usan Android, por supuesto, ambos pertenecen a Google, y sí, Android es el sistema operativo móvil dominante en el mundo. Entonces, ¿cómo se explica que una de las empresas más grandes del mundo, creadores del sistema operativo móvil más usado del mundo tengan tan pocas ventas de su propia línea de teléfonos? Y la respuesta es la mentalidad. Resulta ser que la forma como los humanos compran, usan, y consumen teléfonos no es como usan y consumen un servicio de navegación y tráfico en tiempo real, un app de traducciones, ni un servicio de motor de búsquedas de información en la web. Los teléfonos inteligenes, esos smartphones, se parecen más a la experiencia de consumo de un reloj, un carro, o una casa. Es decir, son un símbolo de estatus. La gente sí dice “aquí está mi reloj, mira qué bonito mi reloj” o “aquí está mi carro, mira qué atractivo es mi carro”. Así como el reloj te viste, el teléfono también te viste de alguna manera. Pero nadie dice “aquí está mi app de traducciones, mira mi aplicación de traducciones”. Lo que esperas de tu aplicación de traducciones es que sea infalible, no que te de ningún estatus. Poco te importa el diseño de tu aplicación de traducciones, ¿cierto? El grave error de Google fue que quiso lanzar “el iPhone del mundo Android” y sacó los teléfonos Pixel que tienen el mismo precio de un iPhone, el doble o el triple de tecnología e inteligencia que un iPhone pero con la calidad de hardware, construcción, y diseño de un teléfono por debajo del iPhone. Obviamente los nerds, como yo, compraron el Pixel y lo siguen comprando. Pero los nerds no son ni un mercado grande de gente, ni son los usuarios clásicos del iPhone. Poco le importa a los usuarios de iPhone que existe un teléfono que te habla en varios idiomas, te presta asistencia mejor que tu propia secretatria, y te hace más productivo que tener clones a tu lado si cuesta lo mismo que un “Mercedes Benz” pero la cosa se ve y se siente igual que un “Toyota Corolla”, y para rematar, no lo tienen tus amigos cool y no lo consigues en cualquier lado como el iPhone. Google tiene casi 5 años botando el dinero con su línea de teléfonos Pixel y recién en el 2020 entendieron que tienen un problema de posicionamiento de producto y que sólo a los súper nerds les interesan los teléfonos con funcionalidades experimentales locas que capaz nunca llegan al mercado masivo. Recién ahora Google ha virado la estrategia de los Pixel y empezó a sacar unos teléfonos más amigables para el bolsillo, con funcionalidades más modestas, y compitiendo ahora en otras categorías que no son los flagships. Pero incluso así, Pixel sigue sin tener una identidad de marca clara, coherente, relevante, y bien diferenciada como la tiene Apple y sus productos.

  • Google es el rey de la data. Apple es el rey de la identidad. Hay servicios que jamás compraremos ni usaremos basados en su identidad. La botella de agua que se vende en la tienda de conveniencia es la que está ahí a la hora de que tengas sed, que esté fría, y que tenga un precio que no despierte tu sospecha. El motor de búsquedas en la web que gana es el que te lleva más rápido a la respuesta precisa que estás buscando y requiere menos esfuerzo de usar porque está en todos lados, todos lo conocen, y es muy fácil de usar. Y el reloj puede que ni de la hora, pero si es cool, te viste, te hace sentir bien, y encima atrae las miradas, los elogios, etc puede que pagues montos exhorbitantes. Yo no uso reloj hace más de 10 años. No soy el mercado, la hora está en el teléfono, soy el nerd que tiene un Google Pixel y un iPhone para aprovechar mejor las aplicaciones de terceros (eso es tema de otro boletín con enfoque más tecnológico que este). Pero millones de personas se despiertan todos los días buscando la manera de comprar y tener esa casa, ese carro, esas joyas, ese reloj, y por supuesto, ese teléfono.

  • Google vs Apple. ¿Cuál mentalidad gana y cuándo? Depende..


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Gracias,

— Jacobo Gheller, MrGheller.

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